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La ventana de los juegos Inter-colegiados

Bádminton en el Chocó

En un país tan grande y diverso como Colombia es difícil dimensionar el alcance que tienen programas como los juegos inter-colegiados, lo que puede verse como una simple competencia escolar, realmente es algo que le puede cambiar la vida a un deportista.

Viaridau Cuñapa, es una niña de trece años que vive a cinco horas, en bote, de Riosucio, en el departamento del Chocó, hace parte de una comunidad indígena de aproximadamente un millar de personas.

En esta comunidad se juega bádminton y ella resultó ganadora en la categoría pre-juvenil de la fase municipal, para jugar la fase departamental tuvo que viajar a Riosucio, cinco horas en bote, para llegar a su lugar de competencia.

Los entrenamientos en su comunidad son escasos y poco frecuentes, por lo que si ella desea entrenar tiene que viajar a Riosucio o esperar a que el profesor llegue a su comunidad, debido a la falta de escenarios adecuados, los entrenamientos se hacen al aire libre, generalmente en chanchas de futbol o en el parque público del municipio, si este cuenta con él.

Aun con un panorama muy adverso, ella logró la clasificación a la fase final del evento en Bogotá, curiosamente casi pierde el cupo, ya que la notaria más cercana se encuentra casi a un día de viaje, se recuerda que para participar en este evento es necesario tener una autorización de los padres de familia autenticada en notaria.

Para Viaridau esta fue su primera visita a Bogotá, más que intimidada por el tamaño de la ciudad, se encontraba emocionada, en sus propias palabras: “Acá todo es muy bonito”.

Para una niña como Viaridau quien por primera vez sale de su comunidad, los juegos inter-colegiados representan un cambio de mentalidad, es la oportunidad de ver que el mundo es mucho más amplio, que existen muchas cosas fuera de su entorno y que puede ser parte de ellas. 

De un momento a otro, el mundo es más que su comunidad, tiene la oportunidad de compartir su experiencia con otros niños en su región, ella gana importancia dentro de su entorno y abre una ventana, estos juegos demuestran ser verdaderamente una oportunidad de crecimiento, y no solamente deportivo.

Riosucio Choco

Un dato curioso: Para el departamento del Chocó se asignaron únicamente dos cupos, una niña y un niño de la categoría pre juvenil, mientras que en otros departamentos se dieron ocho cupos, cuatro deportistas en pre juvenil y cuatro en juvenil.

Ya hablando con su entrenadora Emelaine nos comenta que el bádminton nació en el Chocó hace unos tres años gracias a los programas de escuelas deportivas  del ministerio del deporte, siendo ella la directora del programa se ha encargado de masificar el deporte en el zonal Darién.

Lastimosamente, el programa solo duró un año y no tuvo continuidad por parte del ministerio, han sido los entrenadores quienes se han encargado de continuar el proceso, por lo cual ha sido necesario buscar alianzas con instituciones educativas para  el desarrollo del deporte.

Para esta versión de los juegos inter colegiados se inscribieron más de 70 deportistas, curiosamente más, en comparación a otros departamentos donde este deporte se encuentra más desarrollado.

Como fue una constante en varios municipios, las herramientas tecnológicas no siempre estuvieron a disposición para realizar las inscripciones, por lo cual muchos deportistas no tuvieron la oportunidad de participar.

Esto, sumado a la falta de implementación, de recursos y de escenarios adecuados, hizo que el evento en sus fases municipales y departamentales se desarrollara con mucha dificultad. Es gracias a los profesores y entrenadores que se logran desarrollar estos eventos, gracias a su amor por el deporte y el amor a sus deportistas.

La entrenadora  Emelaine, agradece a la federación, en especial a Dario Tigreros quien ha realizado aportes en implementación, sobre todo en el inicio de la liga, es algo que ellos agradecen profundamente, ya que sin el apoyo de la federación no existiría este deporte en la región.

Para terminar, destacamos la importancia de las escuelas deportivas del ministerio, muchas veces no se logra dimensionar su impacto, pero, como podemos ver, pueden cambiar la vida de una persona, de una familia y de una comunidad.

Ojalá estos programas se mantengan y se multipliquen por todo nuestro país.